sábado, noviembre 18

empty city


esa mañana de domingo. cuando salió a pasear a su sombra. la gente había desaparecido. nadie en la ciudad. todo vacío. silencioso. congelado como una imagen en la pantalla cuando en pausa. inmobil. suspendida parecía la ciudad en una hora siempre atrás.
tal vez fuera solo instante. posiblemente como en la foto, todo solo fuera una ilusión. el instante empacado en la retina. pero ahi se quedó. la ciudad eternamente vacia. silenciosa. a expensas del viento. de la lluvia. de los elementos, las estaciones y el deterioro inevitable por el abandono. el silencioso abandono de los humanos.
frank recorrió la ciudad en la harley davidson del loco de los zapatos rojos. tarareo "in my way", "bad bad leroy brown", "a day in the live of a fool"... mas canciones también. no se cruzó con nadie. parecía como si fuese todo un gran estudió en el que el presupuesto para filmar la pelicula, se hubiese acabado. y ante la quiebra, los humanos hubiesen desistido de permanecer.

el paraiso


en el paraiso me sentaba en el porche a mirar el campo. la extensión interminable de los potreros. el olor de los campos de soja que hicieron millonarios a unos cuantos.
me sentaba a meditar sobre la vida y esos asuntos que me importaban por encima de todo lo demas. fumaba cigarrillos marlboro (ahora lo he dejado). bebia coca-colas sin carga alcoholica. dilapidaba los segundos minutos horas de mi vida tratando de creer que todavia tenía una posibilidad de hacer real mi eternidad. pero mi eternidad no era posible sin amor.
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en el paraiso me sentía nostálgico de un futuro que no resultaba en ese aspecto prometedor. me había desligado entonces de casi todo lo material. comia poco. dormia menos pero descansando mucho. aprovechaba al máximo todas y cada una de las horas el día. escribía esa novela en la que quería contar una vida de pareja, hijos y felicidad que ya dudaba fuese a ser alguna vez. pensaba en la mujer que no había conocido. que no sabía si habría de conocer.
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en el paraiso. en ese porche. solo. me sentaba. tranquilamente a sentir tristeza dulce. o agridulce. sin pena. sin resignación. con un poco de cansancio. con un poco de ilusión por la posibilidad de que todo fuera a ser distinto. en medio del campo de open door. sin coche. sin teléfono televisión o contacto alguno con el exterior. sin gente.
solo.
en ese porche me sentí triste porque no sabía que en esa esquina del bar de mis amigos a dos años de ese momento de soledad en el paraiso, la iba a encontrar.
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(copiado textualmente de un diario donde el loco de los zapatos rojos reflexionaba sobre su propia vida y sus momentos)

hoja de cuaderno de trabajo


en ese cuderno en el que apuntaba los precios de las materias primas con las que especulaba no se pudo resistir a dejar unos toques de su arte en el. con algunos de los dibujos hizo collages. con otros no hizo nada, salvo observarlos.
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en las tantas mudanzas de su vida, el cuaderno se perdió. olvidó los dibujos. su contenido. años después casualmente lo encontró. se sorprendió de lo que había dejado en esas páginas. nunca supo si esos dibujos eran buenos. si guardaban el secreto de las cosas bellas. de las obras de arte. como cualquier creador, albergaba dudas sobre su talento. dudas sobre si sus pequeñas creaciones podían ser consideradas arte.
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se limitaba a dejarse llevar y luego regalaba esas creaciones a quienes se las inspiraban o a cualquiera que disfrutase viendolas.
(a frank le gustaban sus fotos, sus collages y su literatura, pero preferia, su manera de vivir).

erotismo o penetraciónRACIAL


cuando vió la sombra, esa tarde soleada de la primavera avanzada, supo del erotismo que encerraba esa imagen. cogió su movil. buscó el encuadre correcto. fotografió y guardó la foto.
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el resultado es el que se muestra arriba.
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la tituló: penetración racial.

viernes, noviembre 17

estampa veneciana


cuando el loco de los zapatos rojos pasó frente a esa vitrina, el busto miraba hacia su derecha. él, venía desde la izquierda según miramos la imagen. el sonido de sus zapatos de doble hebilla le precedía en su prisa por llegar a su destino. algo en su actitud debió hacer de carne el marmol. o tal vez solo fuera que esos ojos sin iris ni pupila, fueran capaces de ver, a frank caminando junto a él.
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no pudo evitar seguirle al pasar.

los guía hojas (de otoño)


hay oficios sorprendentes. el otoño es la estación de los guia hojas. asi me ha dado por nombrar a esas personas que con una maquina que expulsa aire, organizan las hojas caidas de los arboles, en montones que un compañero guarda en bolsas de basura muy grandes.era
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esta mañana cuando sali a pasear a mi sombra, a quien llamo también hijo, la vi. una mujer con una habilidad pasmosa para a velocidad inversimil amontonar y limpiar de hojas, grandes zonas de parque. incluídas aceras. me quedé mirandola admirado. pensé que si yo lo intentase, me resultaría imposible por mucha practica que tuviera.
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soy en otro sentido, un guía hojas como esa mujer, solo que las mias son escritas y van a parar a otro tipo de bolsa. en algún caso -es cierto- de basura.

jueves, noviembre 16

collage de dibujos olvidados en un cuaderno de inversión


de la madera recogida frente a la farmacia cuando iba camino del reciclaje, de los dibujos olvidados en ese cuaderno de inversión y de la inspiración del loco de los zapatos rojos, surgió este collage.
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esa noche se lo entregó cuando llegó a casa. lo que pensó al ver el collage, solo en sus ojos se escribió.

madera y dibujos


había una madera al lado de la farmacia. apoyada contra la farola. esperaba por un reciclaje inminente. el día que ella necesitaba comprar unas gotas para la molestia de oido.
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había un cuaderno rojo en el que se apuntaban las variaciones del gas natural, cuando el gas natural era la apuesta debida. en ese cuaderno se dibujaron pies, vaqueros, caras sin boca, manos y cifras.
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el loco de los zapatos rojos anticipo sin saber la utilidad de esa madera reciclable en tablón.
el loco de los zapatos rojos esa tarde lluviosa, buscó curioseando en la estantería verde del salón de su casa y en esa bolsa encontró el cuaderno y los dibujos.
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metafora de vida. la tabla se recogió para acoger en su vientre esos dibujos que esperaban un lugar mas adecuado que un cuaderno olvidado, para mostrar su belleza.

charlie parker al saxo. frank, la voz


cuando el loco de los zapatos rojos hacía viajes largos acompañado por su sombra. la música que elegía era charlie parker. le relajaba esa música. le permitía disfrutar de la diversidad del paisaje desde una perspectiva especial. esa, la magia del jazz de charlie. encierra un optimismo extenso. una delicada suavidad que a pesar de lo que fué su vida exagerada, transmite una equilibrada nostalgia positiva. o una alegria agridulce que extiende un manto de matices de color sin exageraciones.
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y en ese reflejo vió a charlie respirar. frank pudo cantar secundado por su saxo. no tuvieron que viajar a las vegas para montar la juerga. y asi se quedaron, muy negritos los tres. mostrando colores pastel a pesar de ser frank sepia, charlie black & white y el loco, el loco multicolor. pero los tres muy negritos haciendo música. bebiendo jack o johns daniels. fumando frank y charlie. sin fumar el loco de los red shoes. haciendo horas de minutos. dilatando instantes hasta el infinito.
todo muy sicodelico como no podía ser de otra manera en personajes asi. tan de fantasia. tan de literatura. tan de imposible misterio. o exagerado sentir.

pegamento extra fuerte


-¿has visto esos pegamentos extrafuertes que viene en envases distintos?
le preguntó el loco de los zapatos rojos a su mujer en la vida cuando su historia era incipiente.
-creo que si-. fue la respuesta de ella, mirandole absolutamente intrigada, ya acostumbrada a las salidas tan dispares que siempre ofrecia.
-¿por?-. insistió.
-porque tu y yo somos asi.
-asi como-. siguió insistiendo ella.
-somos envases separados, pero cuando nos mezclamos no hay manera ni forma humana de despegarnos. exactamente igual como los pegamentos que te cuento. y querida, tu y yo, debo contarte que hace tiempo nos abrimos y nos mezclamos. y contra esa mezcla o unión no hay nada que hacer.
y asi exactamente fué. nunca mas ellos como esos pegamentos extrafuertes, se separaron.

corazón de inca


tuvo el loco de los zapatos rojos la gran fortuna de encontrar el corazón petrificado de atahualpa, el último inca.
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al morir el inca traicionado por francisco pizarro, a quien previamente había pagado un rescate de dos habitaciones del palacio imperial de cajamarca llenas de plata y una llena de oro. mismo que no fué respetado.
al ser ejecutado vilmente, su corazón petrificó y desapareció. nadie durante siglos supo donde se encontraba el corazón del inca hasta que, no se sabe muy bien como, o donde o por qué, empezó a correr el rumor de que el corazón petifricado de atahualpa, poseía mágicos poderes y ofrendaba suerte eterna a quien lo encontrase.
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la suerte eterna que daba ese corazón noble, era tres deseos que en caso de ser encontrado por una persona y esta, decidir ser generosa con algún ser querido y regalarle el corazón sin hacer uso de sus deseos, esa persona recibiría los parabienes del corazón pero potenciados.
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nunca me explicó muy bien donde o como o cuando exactamente fué que lo encontró, pero el caso es que LO encontró. era inmeso. de piedra nada preciosa, ni semipreciosa. mas bien tosca y deslucida piedra. pero al tocarlo se sentía el latido eterno de atahualpa entre las manos.
lo que tuvo clarísimo el loco de los zapatos rojos desde el inicio, fué que ese corazón no era para él. bastante suerte en la vida tenía -a pesar de su mirada sepia- como para aprovecharse aun más de la suerte. decidió esperar a que apareciese la mujer de su vida para regalarle ese inmenso corazón mágico y los tres deseos y sus mágicos poderes.
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la mujer apareció y el corazón del inca fue suyo. el loco de los zapatos rojos lo hizo collage con todos los respetos del mundo y asi se lo entregó. y ella antes de unir su vida definitivamente a la de red shoes, lo tuvo expuesto en su casa. muy orgullosa de ser la propietaria de semejante regalo.

boggocornerdondetodoempezó


en ese rincón. en esa esquina. en ese bar restaurante fashion en madrid, todo empezó. el loco de los zapatos rojos empezó a ser menos loco y a madurar un proyecto que jamás había contado ni a su sombra, ni a frank, ni a mi, contador por momentos de su vida y milagros. por que si, también era capaz de obrar milagros el hombre. quiero dejar constancia para la eternidad y los hechos, y para sus herederos y admiradores, constancia visual del lugar donde para el loco de los zapatos rojos todo empezó.
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empezó a soñar y realizar su jardín. ese proyecto de vida que metaforicamente resumia en su esencia la filosofia que necesitaba transmitir. para la que se educó. para la que vivió. la que supo contagiar y solo eso voy a escribir...
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hay situaciones que por personales es mejor no explayarse en ellas. ser respetuoso con su importancia individual y rendirle homenaje sin extenderse demasiado en los detalles. baste con saber que fue en ESA esquina donde TODO empezó.

"hijo"


este tio tan chulo que mira el horizonte y marca su sombra, la suya propia con intensidad en la acera del parque, es hijo. le llamamos hijo porque lo es. desde que ella llegó a mi vida ha sido inevitable que nos imaginaramos la situación de estar juntos en la vida involucrados en un proyecto común. y claro, ese proyecto común implica la procreación y la procreación no es solo el placer de disfrutar de lo horizontal sino las consecuencias que ello conlleva: los hijos. y claro este tio tan chulo de la foto es para nosotros: "hijo".
-hijo es un caprichoso del quince y no le hace caso ni a dios, nos ha salido un poco golfillo este niño.
no es raro escucharme decir por ejemplo estas cosas y ya me podría dar pudor escribirlo, pero es que hijo es hijo y lleva viviendo tantos años a mi lado que claro, nos entendemos asi.
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pero ella, mi ella, también se refiere a él en estos terminos. y ese cachondeo en la vida nos llevo a mirarnos las manos y sus lineas para ver si también en eso teniamos coincidencia, ya que en todo lo demás somos de un coincidente absoluto. y resultó que en su mano ella contaba dos hijos y en la mia tres. y claro, eso implica que alguno no iba a ser suyo también y, vaya putada con todo lo cuadrada y equilibrada que la historia venía resultando. hasta que caí en la cuenta de que ese tio tan chulo, es ese tercer hijo. el que no nos cuenta su mano, pero si la mía. porque llegó antes, mucho antes a mi vida y ha sido compañero y responsabilidad durante catorce años de mi vida, que ya son años.
por eso para nosotros es: "hijo". y a hijo, no hay nadie que le trate mejor que su madre, mi ella.
(gracias mi amor, por aceptarme con este hijo golfillo que nos ha salido y melenudo y todas esas cosas que tu y yo bien sabemos. te quiero).
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encontré la foto con este texto dentro de un libro de charles bukowsky que el loco de los zapatos rojos guardaba celosamente en una parte privada de su extensa biblioteca personal. supongo que la escribió cuando todo empezaba a cuajar en su vida y al inicio del encuentro con esa la que sería la MUJER de su vida. esa estrella-lunar fué desde luego la que le marcó el camino hacia lo superior.

miércoles, noviembre 15

sombrero de fieltro MOTSCH, de frank sinatra


el sombrero de fieltro de frank. ese en el que en sepia mostraba su sonrisa a todo color. tenía este forro. lo había comprado en paris. motsch se podía leer. debía ser caro, por lo menos el logo daba esa impresión.
frank nunca se separaba de ese sombrero, de hecho la foto la pude hacer casualmente gracias a una racha de viento que antes de levantarselo, me dio tiempo a hacerla.

mister cab driver


bs as era uno de los destinos favoritos del loco de los zapatos rojos.
el año que cumplió 25 años de la primera vez que llegó a la ciudad. le surgió la idea de escribir un libro pensado para regalarle como agradecimiento a la ciudad. ese año se quedó dos meses en la ciudad. como no le gustaba conducir allí por lo caótico del tráfico, solía movilizarse en taxi. debido a la situación económica tan dificil que se vive como consecuencia de gobiernos corruptos y la mala gestión, muchos profesionales liberales terminaron conduciendo taxis.
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fruto de tantos viajes que hizo, quedó un buen puñado de anécdotas, charlas, consejos, conversaciones, analisis y filosofias que esos taxistas le regalaron. asi fue como se le ocurrió dejar por escrito esos encuentros, en un libro que interpretó desde el asiento de pasajero el pensamiento y visión del ciudadano argentino, por el analisis de sus taxistas.

buildings


le dijeron al terminar el colegio antes de ingresar en la universidad, que lo suyo era la arquitectura o las bellas artes. pues el loco de los zapatos rojos ni lo uno ni lo otro. empresariales y económicas. ahora escribe. fotografía. hace collages... vive en ny.
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mira edificios bellos en esa ciudad.

weekend



se sentó en su coche. acomodó sus carnes al asiento. se puso el cinturon de seguridad y antes de empezar a acelerar. frenó. respiró hondo y verificó que no olvidaba nada. ya se dejaría olvidado al final del viaje el cargador de su teléfono móvil. la historia con ella bordeaba sus inicios. empezaban a conocerse y la verdad es que todo prometía mucho y más. se sentían a gusto juntos y ella le quiso invitar a conocer su casa en los lomos de esa sierra que miraba al mar. los días despejados se podía ver africa.
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ella viajo con una amiga.
él acompañado por su sombra.
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la distancia que le separaba de su destino era aproximadamente seiscientos kilometros. el viaje se hizo corto por las ganas que tenían -ambos- por llegar. para estar juntos. para seguir viviendo su historia y creciendo side by side.
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él preparó cenas. le cantó en sus despertares canciones de leonard cohen. se hizo fotos imitando a vasco rossi. bailó en el cenador de la terraza. nadó largos por la mañana mientras ella dormía. durmió con las ventanas abiertas. curioseó por internet. desayunó cafes americanos. la invitó a comer en la urbanización donde solía veranear. caminó descalzo por el jardin desde el que las vistas plus. se tiró a la piscina una noche vestido para mostrale como la lluvia lo había empapado en esa boda. la miró. la disfrutó. habló con ella de tantas cosas. de tantos asuntos. fumo muchos cigarros. disfrutó de la naturalidad y sencillez que definen a seres especiales. bebieron vinos blancos en cenas ambar. salieron poco. disfrutaron mucho y muy intensamente...
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frank no apareció por ahi. solo observó. disfrutó desde su mirador lo cerca que esa sonrisa del loco de los zapatos rojos, parecía estar del tecnicolor. como si esa mujer hubiese conseguido transmitirle la capacidad de percibir naturalmente el color. se sintió feliz por él.

tendon de aquiles


el loco de los zapatos rojos detestaba la mentira. no podía con esa capacidad que tienen algunas personas para sostener una falsedad mirandote a la cara. le producía un desgaste excesivo tener que soportar conductas del estilo y terminaban por opacarle en todo lo demás. si su visión del mundo era sepia, ante semejantes actitudes, perdía esa visión incluso el decadente romántico del sepia y se hundía en el mas duro y afilado contraste del blanco & negro.
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pero lo que más le podía causar daño eran esos errores que provenían de seres amados, cuando cometían un fallo su confianza en adelante se veía socabada. y cuando la confianza se ve tocada en su tobillo, todo lo demás termina por desmoronar.
(aquiles fué muerto no por una herida amplia, dramática, heroica o imponente. no, fue muerto porque una flecha le cerceno el tendon del talon. se quedó sin movilidad por ello y fué pasto facil de sus enemigos).
a veces los fallos no tienen que ser amplios, dramáticos, heroicos o imponentes, por ponerlo en terminos de la herida descrita de aquiles. basta con mínimos deslices que en el fondo encierran una necesidad de ocultación, tampoco directamente una mentira, que solo puede significar aviezas y poco fiables intenciones. si uno va con la verdad por delante, luego todo es mas facil. si se oculta, entonces algo no va del todo bien o en absoluto bien.
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eso le sucedió una noche cuando volvía de staten island con esa mujer con la que circunstancialmente compartia el momento. venian de ver la casa de alice austern. sus fotos magnificas y de pasar el día en ese entorno extenso y poco explorado todavia. ella recibió una llamada. estaba a su lado. dudó una fracción de segundo al decir un nombre "seguro" de hombre y amigo. se suponía que la llamada venía de un numero desconocido. el interlocutor debió preguntar:
-¿con quien estas?-. a lo que ella respondió, dudando mucho antes de dar una respuesta.
-con, un... je, je, amigo-. muy azorada sono su voz.
ellos no eran amigos. ellos compartian desde hacia semanas su vida de una manera todavia incipiente pero evidente. ellos no eran conocidos. ellos eran pareja y asi lo sentía por lo menos él. ella tal vez a vista de esa respuesta, no tanto.
/
mal tema fué para el loco de los zapatos rojos escuchar en sus narices esa contestación.
a la mañana siguiente su cabeza pensante se dejó llevar y sacó conclusiones:
que si la llamada no era de tal amigo, sino de otro que, al escuchar de la boca de ella otro nombre distinto al suyo, se daria cuenta de que estaba en situación complicada para explayarse y le podria seguir la corriente. lo peor de todo es que le dijo que le llamaría el fin de semana y ese fin de semana el loco de los zapatos rojos partía de viaje por unas semanas. con la mosca detrás de la oreja ya no se sintió tranquilo.
que si no le decía realmente con quien estaba a ese sujeto, entonces podía ser por que se avergonzase de su relación, de él... peor aun, por que quisiese mantener la ficción de estar sola y no dejar de ser buscada por otros hombres mientras él ausente...
y unas cuantas divagaciones más que no pudo evitar.
/
con lo bien que iba todo, cometer semejante desliz en sus narices era tan absurdo. un corte en el tendon de aquiles en medio de una batalla. una nada en comparación con otro tipo de heridas posibles, pero ese pequeño, insignificante, mínimo tajo en el lugar adecuado, podía terminar siendo el causante de algo inmeso y sin retorno, como le sucedió a aquiles. a veces no somos conscientes del daño que causamos, de los pequeños tajitos en el tendon que realizamos y terminamos por tocar a seres a quienes realmente amamos.
/
¿a cuento de que carajo, no decir simple llana sencilla limpia-mente la VERDAD?.
/
el loco de los zapatos rojos viajó. decidió dejarse llevar por su intuición. actuar en consecuencia. ser coherente con su sentimiento y no traicionar aquello amado. tratar de no pensar que su tendon en medio de la batalla había sido tocado, porque si lo hacía, entonces no sería capaz de pelear esa batalla. no sería capaz de luchar en esa guerra. decidió que no sería por él que esa historia se rompiese, jamás. después de todo si algo sabía en esta vida, es que en ocasiones solo podemos esperar venir los acontecimientos. mantenernos firmes en nuestros principios y esperar que los demás esten a la altura de nuestro compromiso. si no fuese asi... entonces sería porque era mejor de otra manera.
/
lo que tenga que ser será.

rincon de frank sinatra, en madrid


cuando frank salia a pasear solo. le gustaba sentarse en esa banca. prefería las horas tempranas, cuando menos gente paseaba por ese lugar. no le gustaba las horas del bullicio que le transmitían las madres jovenes con sus hijos, o las amas paseando hijos ajenos confraternizando con sus colegas de profesion. no le gustaba escuchar a otras horas a los malhablados adolescentes que venían a fumar petardos o cigarrillos y a ponerse cerdos a chuches y bocatas. nunca dejó de sorprenderse del vacio existencial que veía en esos jovenes tan maleducados e insustanciales. le resultaban ofensivos y deprimentes. desde luego sus tiempos, sin lugar a la mas minima duda, habían sido infinitamente mejores. y no que la juventud de su epoca no estuviera también un poco desfasada, sino que por lo menos su fondo era de mayor, muchisimo mayor calado.
/
no se molestaba en explicarlo. le resultaba tan evidente.

su alma en un rincón


en ese rincón de la habitación se escondía el alma roja del hombre.
frank le decía:
-esta esquina no es que te defina, es que te calca. de los pies a la cabeza.
guarda fotos tomadas por ti ese verano del noventa y pocos en ibiza. las otras fotos de roma o porto ercole el año de la peste equina, cuando en sotogrande se suspendió toda actividad y saliste despavorido buscando acción tras las interminables piernas de esa italiana.
unas boleadoras compradas en argentina en no se que pueblo y en no se cual de los viajes que a ese maravilloso pais has hecho.
algunas copas ganadas jugando al polo.
la raqueta de tenis de mesa, por que tu no jugabas al ping-pong, sino al tenis de mesa y llegaste a estar en la pre-selección de tu país.
las cartucheras de los rotuladores y los lapices de cera. junto con el alambre que usabas cuando te dió por sujetar las cosas a los collages a punta de alicate y metal.
quincalla que algún día harás lamparas u otros artilugios luminosos o escultóricos o partes de tus collages o poemas visuales.
esa cajita de maderas nobles que te regalaron por un cumpleaños que guardas y guarda celosamente, ya no recuerdas que.
el cuchillo para los asados que te regalo silvestre cuando jugó con tu equipo durante los años dorados del polo de madrid (varios años dorados vivió el polo de madrid, a ti te toco ganar muchos torneos en uno de ellos).
dvds que se ven de refilón.
libros que se escapan al encuadre.
memorabilia que se esconde tras de la frontera y no se muestra...
te define ya te digo ese rincón. pero no solo lo que tiene, sino también, como lo tiene.
/
no se equivocaba frank. lo calcaba.

amanecer en ny, con cielo de madrid


sorprendentemente ny tambien luce unos cielos recreantes de los cielos de don diego de velazquez. esa madrugada, el loco de los zapatos rojos salió a caminar. no se había decidido aun a llevar adelante su proyecto de la editorial zapatos rojos. meditaba sobre la conveniencia o no de emprender ese proyecto. sobre las dificultades y beneficios. sobre las ganas de volcarse a ello sobre todo si su proyecto de futuro en la vida estaba estancado en la imposibilidad de encontrar una compañera adecuada para llevarlo a cabo.
mirar un cielo de velazquez en esa zona de beeckman place con el horizonte del rio mas alla de los arboles, le inspiró buenos pensamientos al respecto. pero encontrarse con esos zapatitos rojos abandonados a su suerte en esa banca del parque amaneciendo, fue la señal que le decantó por llevar a cabo ese proyecto.
/
gracias a ese amanecer newyorkino con cielo de madrid en la gran manzana y a esos zapatitos rojos solo para él, el loco de los zapatos rojos supo de cierto dos cosas en su vida:
la primera, que debía seguir adelante con su editorial costara lo que costara. y,
la segunda, que seguro mas temprano que tarde se encontraría con la mujer adecuada para empezar su proyecto de vida. bastante ya habíase formado, como para empezar a sentir la necesidad de emprender en su camino asuntos mayores. asunto mayor, casarse y formar una familia. SU FAMILIA.
(no mucho tiempo después ella llegó. los zapatitos rojos encontrados esa madrugada newyorkina y velazquiana, fueron uno de los primeros regalos que le hizo a su mujer).

de madrid EL cielo


dice un dicho popular: de madrid al cielo.
no se si de madrid se puede volar, ascender, llegar al cielo. no lo podría afirmar. pero si se, que cuando el loco de los zapatos rojos estudiaba en la universidad. durante el segundo o tercer semestre le tocó llevar "historia del arte". en esa asignatura visitó gracias a las diapositivas de j.j. perez (futuro rector de la universidad) varios museos del mundo, entre ellos el museo del prado. de esas interminables sesiones de estudio con las diapositivas de j.j. guardó ciertas imagenes para el recuerdo imborrable. algunos cuadros de goya y los caballos y cielos de velazquez. sobre todo los cielos en los cuadros de velazquez.
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cuando antes de instalarse definitivamente en ny, vivió en madrid, entendió que velazquez era en realidad un hiperrealista de los cielos, por que los cielos de madrid que pudo ver, pintaban los mismos colores extraordinarios que el maestro diego de velazquez tan bien supo pintar.
fué entonces cierto que: de madrid al cielo... aunque bien expresado, debería decir
de madrid EL cielo.

show me the way


i want you, show me the way, everyday
i want you, day after day...
entonces empieza el punteo a la guitarra de peter frampton. es una canción brutalmente buena. de esas canciones que guardamos en el baul de las cosas inolvidables y que luego con el paso de los años las vamos dejando de lado hasta pensar que se han olvidado, pero no, eso no es en absoluto cierto. de pronto. sin avisar. un día cualquiera de esos en los que como decía antonio cisneros: "incluso al girar la esquina, te puedes encontrar a ava gardner cara a cara". (lo cierto es que no se si lo escribio cisneros, o si la actriz era ava gardner o marilyn monroe o greta garbo... puede que sea la garbo y que no sea del todo literal en el poema). venía diciendo que un día de esos, especiales, intempestivamente y por absoluta casualidad, pero tal vez no tanto, en esa tienda en la que encuentras de todo, ras, en el lote de cd's tirados de precio, encuentras el tesoro:
peter frampton shows the way
y esperandote la canción. esa que nunca se olvidó. la que te trae recuerdos. la que rescata épocas pasadas. la que te lleva por un viaje a tu adolescencia que no tiene precio. recuperas sensaciones olvidadas. trae olores apreciados. sensaciones de otro mundo al cual nunca volveras, pero que son las que te hicieron a ti. como eres. lo que eres y por lo que eres.
/
no tiene precio. es una suerte. es mágico. y asi como llegas a pensar, ya no como decía antonio cisneros en su poema escrito en alemania porque no lo recuedas literalmente y no tienes su libro a mano, sino como piensas tú, escribiendo en ny:
/
-(hay dias mágicos en los que todo es posible,
incluso que al girar la próxima esquina
nos encontremos cara a cara con la belleza mas salvaje
humana sexy sensual y perfecta que mujer pario
a ava gardner con ganas de amistad).
/
y es que es verdad, en la vida -es cierto- existen díaas asi.

martes, noviembre 14

shoes


zapatos:
rojos. negros. de ante. con cicatriz. con puntera. marrones. andy warhol. blancos. de vestir. de desvestir. azules. verdes. amarillos. contundentes. livianos. de piel de bufalo. berlutis. john lobb. church's. crockett & johns. para chaqué. de charol. a medida. fagliano. con cordones. mocasines. con clavos de cobre. cosidos a mano. botines. de hebilla...
/
zapatos:
de hombre. de mujer (esos que se mueven tan deliciosamente en la foto, son unos jimmy choo, para los neofitos e ignorantes se hicieron conocidos por la serie "sexo en ny").
/
los zapatos rojos son john lobb.
los zapatos de oro son gucci.
los zapatos negros de la foto -ya lo dije- jimmy choo.
cuando llegó el momento de evolucionar al sueño escrito en la novela de cameron breewer, unos manolos blancos fueron encargados a medida especialmente para la ocasión. esclavo de sus palabras el loco de los zapatos rojos, como hombre que se viste por los pies, en su momento supo cumplir con su palabra.

vista con lluvia de madison av.


cuadro hiperrealista con efecto lluvia.
vista de madison avenue a las nueve y media de la mañana. conduciendo el coche, pintado por el loco de los zapatos rojos durante la primera epoca que vivió en manhattan, redescubriendo su talento y su arte por la pintura. a frank siempre le gustó este cuadro en particular. de hecho solía pasar largo rato observandolo en su lugar apoyado a una de las paredes del estudio del loco de los zapatos rojos.

el último cigarro


SOHO HOUSE 29-35 ninth ave.
un día el loco de los zapatos rojos se encontró con un pitillo entre los dedos. lo miro extrañado como si de pronto todo el entiendimiento le hubiese iluminado y la verdad se desnudara ante sus ojos.
-(¿que carajo hago yo con esto entre los dedos?)
pensó mirando asqueado la colilla, para decidir inmediatamente después que todo lo que le restase a su vida lo iba a desterrar. guardó esa colilla apagada en el cenicero de su coche donde esto sucedió. al llegar a su casa, buscó un sobre para guardarla como prueba de que era efectivamente la UL TI MA-CO LI LLA que se fumaba en la vida.
/
-mi amor- le dijo a su mujer en la vida y compañera de estrella en este periplo vital. -he dejado de fumar, se acabó, necesito demostrarte que mi fuerza de voluntad es tal, que si mi cabeza dice no se fuma, NO-SE-FU-MA. punto. hombre de palabra que soy, te aseguro que nunca mas en tu vida me verás con un pitillo entre los dedos... además quiero vivir, mientras mas años a tu lado, mejor.

ecologismo & bicicletas


cuando el loco de los zapatos rojos todavía no había descubierto a frank. ni se había calzado los zapatos rojos de doble hebilla. ni los ralph lauren comprados en esa tienda palacete tan bonita en bs as. ni los mocasines plan geronimo tan cómodos que le regalaron ese agosto. el año en que no ganaron un partido pero se divirtieron tanto. (perder nunca es diversión, pero ganó en otros aspectos no menos importantes para el ego).
/
cuando estudiaba empresariales a cambio de bellas artes y los lienzos olvidados. y los aguarraces. y los papeles kraft. y los lapices. y los carboncillos. y las temperas, olvidados. y las telas. y los pinceles. y los vasos, todos, olvidados. y...
y cuando todo eso le hacía pensar en lo que dejaba atrás, y descubría la literatura. al -todavia no- loco de los red shoes, le dió por ser ecologísta. aparcó el volkswagen amarillo en la cochera de su madre. se compró una bicicleta roja y empezó a pedalear. a la universidad pedaleaba. a casa de sus amigos pedaleaba. a los partidos de tenis pedaleaba. al club de polo pedaleaba. a las juergas nocturnas pedaleaba... a todo puñetero lugar de su ciudad pedaleaba para no contaminar.
/
empezaban los ochenta. la palabra ecologísmo todavía no cuajaba en el entendimiento de la gente. y los teléfonos móviles no se usaban. y la red era termino utilizado para definir esa de protección del circo o de pescar pero nunca en referencia a internet, que todavía para el usuario normal común y corriente, era un sueño de ciencia ficción... cuando todas estas cosas y tantas más, el -todavía no- loco de los zapatos rojos, debío ser de los primeros que hizo real su convicción de no querer contaminar y cambiar motores y tubos de escape, por pedales y esa bicicleta que por cierto, era ROJA.
(foto tomada años después en la estación de tren en aranjuez)

coke bottle-empty / glass-full (without ice)


existen diseños que es imposible no reconocer. uno de ellos es el de la botella de coca-cola. no importa que en la imagen se vea solo media botella y no aparezca logo alguno. no importa que el color del líquido del vaso pueda ser el de la pepsi o la royal crown. no importa que la aparente insustancia del encuadre parezca no transmitir nada. nada de eso importa. si lo que aparece es parte de una botella de coca-cola, esta se reconocerá.
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existen sentimientos que crecen en nosotros y no importa que la imagen sea solo parcial. no importa que no vengan acompañados de logo alguno. no importa que su líquido sea perfectamente confundible por su apariencia con otros de distinto sabor. no importa que la aparente insustancia de la situación perturbe todo lo demás. nada de eso importa. si lo que aparece es parte del sentimiento que define al amor verdadero, si tenemos la sensibilidad suficiente y tenemos los ojos abiertos, este sentimiento se reconocerá.
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la metafora de esta fotografia es que esa parte de la botella que se muestra vacia, llena absolutamente mi vaso con su contenido y sacia mi sed. sed la mia que dura siglos.
(tenía que venir su muñeca con estrella).

arroz del mar en aromas de tierra


hoy he desayunado un café solo, americano y muy cargado. cargadísimo. solo -como el café americano que he despachado sin prisa- me encontraba. sonaba a mi lado música de frank. leroy brown se hartó de ser malo malísimo y me llevó el ritmo a los pies. la garota de ipanema me trajo el recuerdo de la viera souto, ese malecon precioso por donde subi camino de leblon no muy lejos de allí. era invierno y la temperatura de ese invierno carioca era de risa: 30 grados centígrados. "a day in the life of a fool" me hizo sentir tristeza o añoranza o nostalgia o todo esto a la vez. sin mal recuerdo o sabor en la boca, pero si de ese calado el significado de lo que me hizo sentir...
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he mirado desde el porche las vistas del mar a lo lejos. sentí como subía el aroma del mediterraneo lamiendo la sierra de ronda. como se mezclaron los olores y los sabores. me llamó al olfato los aromas de una paella de esas valencianas que llaman de la tierra y el mar. no las mixtas. no, un arroz en paella de verduras seleccionadas: judias verdes, garrafons inmensos, esparragos trigueros, alcachofas pequeñas y tiernas; junto con los sabores del mar: pescado y más pescado con unos toques de marisco pero muy sutil.
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hoy he desayunado solo mirando a la distancia el mediterraneo revuelto. no he podido distinguir africa por que el día no era lo suficientemente despejado. el viento que vino del mar durante el desayuno, me terminó llevando de la mano hasta el almuerzo en que preparé un arroz con judias verdes, garrafons inmensos, esparragos trigueros, alcachofas pequeñas y tiernas... y que me dió por llamar "arroz del mar en aromas de tierra".
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(recuerdame mujer del lunar con forma de estrella que la proxima vez que hagamos ese viaje te prepare solo para tí ese arroz).

ny, central park / bs as, parque de palermo


la primera hoja del otoño cayó tres semanas antes de que el loco de los zapatos rojos partiera desde ny rumbo a bs as. en central park cerca del estanque la vió. era definitivamente la primera hoja del otoño. la quiso guardar en su memoria visual que era su móvil a 1.3 pixels. le llamaron la atención sus colores. no mostraban el oro de otros otoños. y unos puntos negros definian una capa de ocelote caido. la dejó posada en el mismo lugar donde la encontró. no quiso perturbar ese homenaje de la naturaleza en su muerte para magnificar el color. no hay colores como los del otoño en el parque. del rojo, pasando por el naranja hasta llegar, ya lo vemos al negro. sin dejar toda la gama de amarillos, dorados, marrones y verdes en sus matices mas suaves.
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me recuerda el otoño al inicio, los ojos de mi mujer.
(pensó el loco de los zapatos rojos mientras fotografiaba esa primera hoja del otoño).
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a las tres semanas su avión aterrizaba en ezeiza. le esperaban en la terminal: su mejor amigo, hermano del alma y el calor humedo que a finales de noviembre empieza a tomar la ciudad.
su mujer ya vendría a visitarle la semana primera de diciembre si los dioses le eran propicios y su voluntad asi lo imponía.
(ny, central park / bs as, parque de palermo)

lunes, noviembre 13

incendio nevada en tierras de aranjuez


se incendió el cielo del desierto nevada una tarde en aranjuez. la nostalgia por diversos motivos se hizo fuerte en su interior. los motivos eran suyos y no los reveló. se sentó mirando al potrero donde las yeguas pastaban los restos de alfalfa de la última comida. a mirar, se sentó. en la silla de siempre. sin sus petiseros. en soledad de personas. acompañado por sus yeguas de guerra sueltas en los paddocks, descansando la campaña pasada.
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dejó pasar los minutos. sintió que viajaba al desierto nevada. frank se hizo presente a su lado. se acomodó en la silla que usaba cuando se sentaba en los palenques a verle jugar. su alter ego si sabía de los motivos para el silencio y nostalgia. sabía que venía de lejos. de siempre. de todavía.
el loco de los zapatos rojos no dijo palabra.
frank tampoco intentó el dialogo.
simplemente dejaron caer la noche. apagarse el incendio del desierto nevada en ese ecran al lado de aranjuez. cerca de las cuadras de isabel II. sabiendo -sin palabras- que esa primera estrella que al desaparecer el último destello del fuego en el cielo había aparecido, copiaba esa otra estrella que el en la muñeca de la mano izquierda de una señora, había soñado. soñado y escrito sobre ella. sobre su vida común. sobre lo que sería esa unión.
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la nostalgia no era tristeza, sino mas bien prisa por agotar los meses que todavía restaban para llegar a esa unión.

variaciones de color


variaciones del rojo al blanco y texturas para utilizar en un collage. esa pared era un collage. él solo la encuadró.

alas de angel o de mariposa


este es el cartel del twenty four hours open internet place donde trabajaba el demonio afeitado que le regaló, una imposible loteria que el loco de los zapatos rojos, muy bien supo usar.
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al ver el cartel, cuando el demonio ya había desaparecido -tal vez recuperado para la causa de dios. él solo vió alas de mariposa. otros vieron alas de angel caido.

la sombra de acero


caminaba esa mañana de domingo temprano por el parque.
su sombra compañera en la vida había marcado su territorio sin prisa. estirado los musculos corriendo tras la piedra y entablado amistad con: un fox terrier de pelo duro muy chulo, una perrita golden retriever y corrido tras un cuervo embustero de pico amarillo.
mientras volvían juntos de vuelta a casa, se encontraron la imagen reflejada de la sombra primera con la que había nacido, tatuada a la puerta cerrada de la cafetería a la que nunca acudía.
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volvieron los tres; el loco de los zapatos rojos, su sombra perruna y la otra de acero, esa, con la que al ser parido vino con él.

foto de edward hopper


levantó la mirada. ahi estaba el cartel. la flecha indicaba el cielo. ese azul intenso. amplísimo cielo al cual apuntó.
la vida se había hinchado a ponerle señales. a sembrar de carteles sus dias indicando el camino. aprendió a leer las señales correctas. y desde luego al ver el sol reflejado en ese azul cartel con la flecha indicando el cielo, supo que era camino adecuado a seguir.
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tuvo que sacarse las alas de otra historia bajo la blazer azul. corrió a buscar donde sacar una licencia para poder despegar, y seguir esa ruta que el cartel le indicó. prueba de la veracidad de la indicación la tenemos aqui.
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(edward hopper podria haber firmado ese cuadro hiperrealista).

el gato salvaje de sotogrande


ese verano frank tomo vacaciones. su alter ego se fué por ahi. tal vez permaneció en ny, disfrutando de las eternas promesas de la tentación rubia que siempre vive en la planta de arriba. las que pudimos ver en the seven itch year junto a su amigo jack lemmon y a marilyn. (frank nunca olvido su historia secreta con ella, fue mujer importante en su vida).
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habia temporadas en las que frank prefería seguir su camino. no adaptarse simplemente al del loco de los zapatos rojos. sino sentir la posibilidad de volver a las vegas. a la compañia y las juergas con sammy. con dino el grandísimo borracho y ligón. añoraba esas farras en el tangiers donde las fichas sonaban a swing. intensamente necesitaba volver a los rat pack. al blanco y negro en todo pero su mirada a todo color... frank en esos momentos era menos sonrisa y más sepia también en su visión.
entonces, prefería desaparecer para no transmitirle vibraciones viciadas a su admirador de los rojos zapatos.
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(bajo ese puente vivía un gato que había ganado mil batallas. se le veía currado, lleno de cicatrices. cascado y torbo como para no ser asi. era un felino que había hecho de esa venecia del sur de españa su jungla privada. se escondía entre los matorrales. comía de los desperdicios de los habitantes de esos islotes. atacaba a sus perros falderos. les miraba a todos con el desprecio de la superioridad que aporta el sufrimiento. el abandono. la soledad no optada. cuando te ha vuelto superviviente con blasones de los que presumir. pero nadie ante quien hacerlo.
ese verano fué el último que el loco de los zapatos rojos pasó antes de dar un giro a su vida. antes de vivir lo que se cuenta tan artisticamente en "diario de cameron breewer", donde él como escritor la soñó morena de ojos de almendra y las cartas... las cartas que ella sin saber desde un futuro a su oido dictó.
fue el último verano que pasó en soledad de esa mujer, desde entonces en adelante su vida sería otra historia, la historia que para el libro soñó.
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hizo esta foto para recordar que él también había sido alguna vez un gato solitario marcando su territorio en una selva hostil. todo esto había sido vivido con frank junto a jack, a marilyn, a sammy, dino, peter y los demás).

los zapatos de ella son de oro


para un hombre de eternos y permanentes zapatos rojos, no era de extrañar que la mujer de su vida fuese una mujer que calzase zapatos de oro. una noche en la que ella dormida. el loco de los zapatos rojos colocó esos los suyos -los de ella- mujer de lunar con forma de estrella, sus zapatos de oro en el salón, los fotografió para guardar memoria eterna de semejante verdad.
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real como la vida misma.

herraduras de la suerte




su vida siempre estuvo vinculada a los caballos. siendo esto así, encontrar una herradura usada, olvidada, perdida y oxidada, no era extraño en su vida. por eso esa madrugada, cuando caminaba extraviado por el arcen de esa carretera que empezaba a mostrar la rabiosa gula de coches de la ciudad en sus días laborables, le pareció un verdadero suceso afortunado y de excelente augurio, encontrar esa herradura de plástico de fishers price de juego para niños. intacta. impoluta. como esperando por su llegada para no ser olvidada jamás.
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la otra -la verdadera oxidada y usada- se le cruzó un día en el que caminando por el campo donde los caballos descansaban. ha meses terminada la temporada y con las yeguas descalzas de herraduras, siendo improbable encontrarse alguna, de pronto, mientras su mujer del lunar con forma de estrella al otro lado del teléfono, ras, tropezó con esa herradura oxidada, perdida y usada. el loco de los zapatos rojos la recogió y utilizó más adelante con la suya propia, en un collage que ahora adorna un lugar de su casa.
la casa de ELLA, su mujer del lunar y su estrella.

twenty third st. - chelsea


desportillado estaba el numero que puso a la entrada de ese estudio que en chelsea encontró. no era el número de la casa, sino el de la calle: twenty third street. el número 459 al lado de BETTE.
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la placa la había robado de una casa en un barrio tranquilo de madrid una tarde de la que el tiempo se encargó de borrar el recuerdo. no debió ser una tarde en absoluto memorable. pero la placa si, tanto asi, que le acompañó durante la pila de años que siguieron a su llegada a ny. y una vez en ny, hasta ese primer estudio en el que desarrollaría su pintura en redescubrimiento.
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antes de empezar con ello, frank le mostró sus lugares clasicos en la gran manzana como en otra epoca hizo con el desierto mohave.

dos cuadros del loco de los red shoes




entre las aficiones que tenia estaba la pintura. arte abandonado en aras de la comodidad economica futura y el no conflicto familiar. nunca dejo del todo aparcada esa afición y como consecuencia de ello estos dos cuadros hiperrealistas que hizo durante una estancia de dos meses en bs as, el año que abrio su editorial. a decir verdad su fijación por las manos produjo una serie muy lograda de cuadros que nunca vendió. en esa casa con jardin japones que para la posteridad dejó, en alguna de las estancias estan colgados y llaman la atención de los que la visitan por primera vez.


sus dos sombras


el loco de los zapatos rojos tenía dos sombras. una, esa que todos tenemos y es fruto del encuentro entre la luz y nuestra carne. la otra suya, era ese ahora anciano compañero que había compartido catorce años de su vida. y era su sombra, porque no había forma de que él se moviese y su sombra segunda no fuese tras él.
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guardaba la entrada de la habitación los días de temperatura agradable. buscaba calor al lado de su cuerpo los menos benignos. si frank sinatra era su alter ego y compañía permanente en sus días, golfo, su perro no lo era menos. siempre estuvo cerca de él.

la bufanda azul cielo amaneciendo


ella cruzó por la puerta de su piso una madrugada en la que otras cosas, nunca ella, se perdieron. ese día se quedó sobre un sillón del salón la bufanda azul cielo amaneciendo. nunca más se fueron de su vida. ni la bufanda azul cielo amaneciendo, ni ella, hermosa mujer que morena de ojos de almendra, en el "diario de cameron breewer" y en otra vida, el loco de los zapatos rojos había soñado. pero es otra historia que se vive actualmente en ny.
la elegancia desde luego siempre presidió sus días.

"la arañita"


la bautizo "arañita". era un modelo de colección. el deposito peanut. monosillin... detalle que le costó casi perder un amor, que fué antes de conocer a su mujer del lunar con forma de estrella, importante en su vida. con tal de no sacrificar la belleza de esa moto tan perfecta estéticamente, no estuvo dispuesto a ponerle un sillin en el guardafangos trasero para la comodidad de esa mujer en sus desplazamientos con ella por la ciudad.
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hay bellezas que con tal de no perturbar su equilibrio plastico, es mejor no modificar.
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como esas mujeres que tienen rostros equilibrados, compensados, perfectos, desde la aparente imperfección de alguna de sus partes. la nariz por ejemplo. luego sin caer en el detalle del conjunto se centran en lo particular y se operan regalandose una naricita de barby y terminan perdiendo la belleza absoluta que ese detalle distinto aportaba.

mr. chow's chinese restaurant


cuando descubrio en el midtown east en la calle 57 Mr. Chow's, el loco de los zapatos rojos descubrió en ese chino carísimo el "feeling" de los días de disco que conservaba de sus años dorados. le gustaban los palillos de madera tan pulcramente trabajados. sus cubiertos de plata y los manteles de lino en un blanco a la crema tan bien planchados... y por supuesto que sus zapatos hacían juego, con los vestidos de seda de las camareras bellísimas, importadas de las pasarelas mejores de la ciudad de shangai.
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no aprendió en ese lugar a hablar mandarin, pero si a comer cantones.

domingo, noviembre 12

fourty


no te cases antes de los treinta ni después de los cuarenta, le dijeron. asi lo hizo, salvo que cuando cumplió los cuarenta, se dió cuenta de que a esa edad todavía no se había hecho real su mujer del lunar con forma de estrella en su mano izquierda. asi que decidió simplemente cambiar el consejo que le proporcionaron muy joven y explicar que debido al grandisimo avance en la medicina dado durante los ultimos años, buena edad limite eran los cincuenta. para celebrarlo hizo un collage poco inspirado con la cifra de marras... y lo fotografió.
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tres años después esa mujer apareció. entonces la celebración daria otro resultado.

gazpacho en manhattan


en tribeca abrieron un restaurante español. "el botanico" lo bautizaron. a su terraza el loco de los zapatos rojos solia acudir. tomaba gazpacho. agua solan de cabras directamente importada de la madre patria. y pan tostado con aceite de oliva. era su manera de hacer provinciano un rincon de la gran manzana.
como sembrar olivos en central park. como organizar corridas de toros frente a saint patricks cathedral. como hacer un espectáculo de flamenco en el waldorf astoria...

¿inutiles cadenas? (1)


el pensamiento que ésta oxidada cadena cuida, debe ser un muy antiguo. olvidado pensamiento por su propietario. a cuenta del oxido que la cadena viste. es lo que nos hace pensar.

¿inutiles cadenas?


durante una epoca, empezó a ver por toda la ciudad cadenas abandonadas. cadenas sin objetos que proteger. cadenas solitarias. cadenas desprovistas de sentido. le dió por pensar que guardaban pensamientos. deseos. buenas intenciones. pensamientos puros. valiosos inmateriales tesoros.
sintiendose incapaz de descubrir que tipo de inmaterial tesoro guardaba cada cadena, decidió coleccionar fotografias de todas ellas, en la esperanza de llegar a ser tocado por alguno de ellos.
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su vida da fe, de que no fue absurdo coleccionismo el suyo, porque de él precisamente no se puede decir que fuera una persona desafortunada. más bien todo lo contrario.